El día que Guadalajara fue el centro del indie nacional

mayo 2013 (Sergio Alberruche)

ESCUCHA EL CONCIERTO EN DIRECTO DE LOS PLANETAS

«UNA SEMANA EN EL MOTOR DE UN AUTOBÚS»

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En la próxima madrugada de este sábado 25 al domingo 26 de mayo, a las 1:05 horas, Los Planetas se subirán al escenario Primavera del Primavera Sound de Barcelona para tocar en directo las canciones de su mítico disco ‘Una semana en el motor de un autobús’, ahora que se cumplen quince años de su publicación. Los granadinos repetirán ese concierto de recuerdo una semana después, el sábado 1 de junio a las 21:30 horas en el Palco Super Brock del Primavera Sound de Oporto, para regocijo de los aficionados al indie nacional, que veneran ese disco referente del grupo por excelencia del underground español. Y no es para menos: ‘Una semana en el motor de un autobús’ fue elegido por la prestigiosa revista Rockdelux como mejor disco nacional del año 1998, segundo mejor de toda la década de los noventa y 18º en su lista de los mejores discos españoles del siglo XX.

Un disco histórico, radiado una y otra vez por todas las emisoras, que, aunque mucha gente quizá no lo sepa, tiene una vinculación directa con una pequeña ciudad castellana situada en el centro de la Península Ibérica. Sí, estoy hablando de Guadalajara. Pero para poder contar esta historia tenemos que regresar a 1998, el año en el que se publicó ‘Una semana en el motor de un autobús’.

Por aquel entonces, en la Guadalajara musical sobresalía el Panal Rock, un festival auspiciado por la emisora libre Radio Arrebato y que trajo durante años al antiguo Auditorio Municipal situado al lado de la cárcel a grupos de la talla de Los Enemigos, Chucho, Dover, Hamlet o Manta Ray. Ya en ese año 1998, el último sábado del mes de mayo, el Panal cumplió su cuarta edición, con un cartel que estaba formado por Killing Sue y Los Notas (ambos, grupos locales), los holandeses Big Paulus, los argentinos Suárez, las barcelonesas B Violet y los granadinos Lagartija Nick. Además, como cabezas de cartel, estaban Los Planetas, que, probablemente en un ejercicio de riguroso azar, llegaban a Guadalajara para presentar por primera vez en directo las canciones de su nuevo disco, el citado ‘Una semana en el motor de un autobús’. El periodista Fernando Rojo, cabeza visible de Radio Arrebato y uno de los organizadores del festival, lo recuerda tres lustros después de forma casi novelada. “Había mucha expectación alrededor del tercer trabajo del grupo granadino”, analiza. Y profundiza: “Después del pelotazo de ‘Super 8’ (1994) y de la relativa decepción que supuso ‘Pop’ (1996), toda la legión indie esperaba a ver por dónde tiraban J, Florent y compañía”.

En ese contexto se debe entender la presencia de la banda granadina, un  viejo anhelo de los organizadores del festival, en el Panal Rock 1998. Ya habían tenido un primer intento en 1996, pero los astros no se terminaron de alinear. Sin embargo, ésta vez todo iba a salir perfecto. Attraction, la agencia a través de la cual habían contratado el año anterior a Los Enemigos, les iba a servir en bandeja a otro de sus grupos preferidos. “Jugó a favor el factor suerte. Con tal de que el disco se hubiera retrasado un mes, pongamos que en mayo, nuestro sueño se habría venido abajo”, continúa Rojo. Y lo explica: “Cuando nos dijeron que el disco de Los Planetas saldría el 13 de abril y que el Panal Rock, si queríamos, podría ser la primera fecha de la presentación del disco, no nos lo pensamos dos veces. Al menos no recuerdo demasiado debate sobre el particular. Todos los grupos se analizaban, se discutían los pros y los contras, y se terminaban consensuando en el Panal Rock de una manera casi asamblearia”, mantiene el periodista. Pero para traer a Los Planetas casi no hubo discusión. “En este caso, no hubo dudas. Recuerdo que pagamos el mayor caché que habíamos dado hasta ese momento -inferior en todo caso al millón de pesetas, y el segundo por detrás de los británicos Urusei Yatsura en 1999- no sólo por el hecho de que Los Planetas eran ya el mejor grupo indie del momento, sino porque iba a suponer el estreno del nuevo disco”, reconoce.

En cualquier caso, la apuesta por Los Planetas no pudo tener mejor rédito: más de 3500 personas se dieron cita sobre las losas de cemento del ahora casi derruido Auditorio Municipal de Guadalajara para ver, principalmente, a la banda granadina. “Ya en ese momento el grupo empezaba a arrastrar a muchos seguidores a sus conciertos. Se podía ver mucha gente con camisetas del grupo, procedentes de los sitios más insospechados de la geografía nacional. Sobre todo, de Madrid, donde había funcionado muy bien la venta anticipada de entradas en la tristemente desaparecida tienda de Madrid Rock de la Gran Vía”, rememora Fernando Rojo, que, como el resto de organizadores, temió a lo largo del día por la celebración de ese concierto. “Iban pasando las horas y aún no habían llegado los dos miembros fundadores. J y Florent habían participado el día anterior en un acto promocional en Madrid, y desde entonces nadie sabía nada de ellos. Al fin, sobre las cinco de la tarde, y ya en el filo de lo imposible, pues les tocaba salir al ensayo, escuché decir a alguien en tono de alivio: ‘¡Han llegado!’. Nos apresuramos a asomarnos a la calle Ferial, y de un coche bajaron dos espectros con gafas de sol. Corrían tiempos salvajes en el toxicosmos planetario, sin duda causa notable de su irregularidad en directo”, sentencia.

Sin embargo, cualquier imprevisto se olvidó horas después, con el concierto con el que la banda granadina dio por cerrada la cuarta edición del Panal Rock. Los Planetas empezaron por Segundo Premio y recorrieron las principales canciones del disco, hasta desembocar en La Copa de Europa, sin dejar de interpretar otros grandes hits de trabajos anteriores como Qué puedo hacer, De viaje o Mi hermana pequeña. “Casi hora y media de actuación, que satisfizo a la amplia hinchada planetaria”, apunta el periodista, que era la primera vez que veía a la banda granadina en directo. “Quienes sí les habían visto en directo aseguran que fue su mejor concierto hasta entonces”, se sincera Fernando Rojo. Y eso que, como a mucha otra gente, el disco no le epató en la primera escucha: “Reconozco que quedé un poco confuso con la primera escucha. Ocurre con muchos discos. ‘Una semana en el motor de un autobús’ no es un disco que entre a la primera. Pero sí a la segunda. La segunda vez que escuché Desaparecer, Montañas de basura, La playa y Toxicosmos tuve claro que nos encontrábamos ante una obra de arte, única e irrepetible. Por eso, no me extraña que 15 años después siga siendo un disco de referencia y haya tenido tanta influencia en la música posterior”, argumenta.

Porque, ahora, quince años después, todo el mundo en el panorama indie nacional conoce ‘Una semana en el motor de un autobús’ y Los Planetas han influenciado con sus canciones a centenares de grupos de música. Pero, entonces, quince años antes, hubo un día en el que Guadalajara se convirtió en el centro de ese indie nacional al acoger la presentación en directo de un disco que el paso del tiempo ha convertido en mítico. “Posteriormente, he presenciado hasta una decena de actuaciones suyas tanto en solitario como en distintos festivales”, mantiene Fernando Rojo. Y finaliza: “Pero siempre me quedarán en la memoria los primeros acordes de aquel primer Segundo Premio. Para quienes tuvimos algo que ver con aquello, mucho más que un premio de consolación. Más que un premio gordo”. El premio gordo de que Guadalajara se convirtiera en el escenario elegido para el nacimiento en directo de un disco imprescindible. Seguro que ahora ya hay más gente que lo sabe.

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